Plan Ceibal y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) trabajaron en conjunto para transformar un programa basado en el aprendizaje presencial, en una solución a distancia que garantizara la continuidad educativa. Ceibal en casa fue el plan de contingencia implementado por el gobierno uruguayo para mitigar la interrupción educativa debido al cierre de las escuelas en todo el país durante la pandemia de COVID-19. 

Ceibal en casa se basó principalmente en la mediación digital y se implementó de forma inmediata tras el anuncio del cierre de las escuelas, gracias a que utilizó el despliegue de recursos digitales preexistentes del Plan Ceibal. El Plan, creado en 2007, les proporciona una computadora personal y acceso a internet en los centros educativos a todos los estudiantes y docentes de la enseñanza pública tanto a nivel de primaria como de ciclo básico de secundaria, y ofrece además un amplio conjunto de recursos educativos, y servicios y programas pedagógicos.

El plan proporcionó una sólida oferta de plataformas y servicios digitales, así como apoyo y orientación a docentes, estudiantes y familiares para garantizar la enseñanza a distancia en escuelas públicas tanto primarias como secundarias, con una cobertura cercana al cerca del 88% de estudiantes y 90% de docentes del sistema de educación pública de Uruguay [1]. 

La propuesta contó con el Sistema de Gestión de Aprendizaje, CREA, como insumo principal para desarrollar en forma virtual gran parte de las actividades que se venían llevando a cabo en forma presencial. CREA ya contaba con herramientas de comunicación, plataformas digitales de aprendizaje y más de 173.000 recursos educativos tales como soluciones adaptativas y de ludificación, a lo que se sumó nuevas funcionalidades, como la videoconferencia. Esto fue posible gracias al alto nivel de penetración de internet en los hogares, 88% en general y 93% en hogares con niños de 14 años o menos, y porque el acceso a computadoras es superior al 76%, en gran medida gracias a los dispositivos proporcionados por Plan Ceibal [2].

Para llevar a cabo esta iniciativa, Ceibal trabajó en un proceso de transformación y adaptación al nuevo escenario, pasando de ser un programa orientado a complementar y mejorar las clases presenciales a convertirse en una solución de enseñanza a distancia íntegramente digital. Dicho proceso abarcó aspectos técnicos y pedagógicos, desde facilitar el acceso a recursos educativos sin costos de consumo de datos hasta la capacitación de docentes, y orientación a los padres.

Además, se desarrollaron contenidos audiovisuales específicos, en formatos emergentes, con distribución multiplataforma, tanto en redes sociales como en canales de televisión, para poder llegar a los estudiantes sin conexión a internet en sus hogares. 

El diseño integral de la actividad, orientada a docentes, estudiantes y sus familias, se llevó a cabo en un contexto de grandes desafíos de implementación, que en gran medida pudieron enfrentarse gracias la versatilidad de la conducción y los equipos de trabajo del Plan Ceibal y ANEP, y a la colaboración de toda la comunidad educativa de Uruguay.

La experiencia cobró notoriedad, con impacto tanto en publicaciones especializadas de organismos internacionales como en medios de comunicación de impacto global.