El coronavirus causó una de las disrupciones sociales y educativas de mayor impacto en los últimos 100 años, sin que aún se haya logrado una solución definitiva. Uruguay fue el primer país de América Latina en reanudar las clases presenciales, luego de implementar un plan de contingencia de alcance nacional que logró notoriedad internacional.
La reconfiguración del sistema educativo a una realidad en la que la proximidad física entre personas se volvió una amenaza vital, demandó el diseño de innovaciones de modo ágil y coordinado, en el cual el Plan Ceibal tuvo un rol central. No sólo demostró contar con una de las infraestructuras y oferta de contenidos digitales más robustas de la región, sino que además mostró su capacidad de innovación y resiliencia para sortear los desafíos del nuevo contexto.
El Plan Ceibal pasó de ser un complemento de la educación presencial a convertirse en el principal ambiente de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes de Uruguay, además de mediador de la comunicación entre docentes, estudiantes y sus familias.
En articulación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el plan de contingencia del Plan Ceibal, Ceibal en casa, logró sostener y ampliar la oferta de recursos educativos. Desarrolló formatos audiovisuales emergentes, con estrategias de distribución multiplataforma, a través de redes sociales y televisión, a partir de lo cual, logró extender su oferta de contenidos más allá de los sistemas digitales. Su objetivo de alcanzar equitativamente a todos los hogares también se plasmó en la generación de acuerdos para la provisión gratuita de servicios de datos móviles para acceder a las plataformas educativas. Además, amplió la funcionalidad de su plataforma de aprendizaje con un nuevo servicio de videoconferencia y generó propuestas adaptadas para docentes, estudiantes y sus familias, incluyendo apoyo socioemocional. El monitoreo permanente y uso de datos para la adecuación al cambio de escenario, fue fundamental para generar una gestión ágil y eficiente, y la toma de decisiones informadas.
Éste ha sido quizás uno de los desafíos más importantes que ha afrontado el Plan Ceibal desde su creación en 2007. Tras 13 años de experiencia, sus equipos de trabajo, su infraestructura de sistemas y contenidos, junto con las redes de docentes, estudiantes y centros educativos, asumieron un enorme compromiso: la innovación del sistema educativo para afrontar una realidad imprevisible. El escenario disruptivo de la pandemia generó enormes desafíos pero también oportunidades de resignificación de un plan digital que logró un crecimiento sistematizado en el tiempo y que hoy se fortalece con un alto nivel de apropiación y valoración de la comunidad educativa, en un contexto marcado por la expansión y preponderancia del ecosistema socio-tecnológico.
La Fundación Ceibal presenta a través de esta publicación diferentes perspectivas de análisis de la transformación del Plan Ceibal en un nuevo escenario, aún dinámico, que se presenta como oportunidad de innovación y fortalecimiento de la integración al sistema educativo de Uruguay.